Por: Laura Molina
El hablar de mujeres notables en la historia de El Salvador, obliga a hablar de Prudencia Ayala, una mujer de carácter humilde que en 1930, sin ninguna preparación
académica pero consciente de sus derechos como mujer, retó al sistema social político de su tiempo al lanzarse como candidata a la Presidencia de la República en representación del Partido Unionista.
Su lanzamiento como candidata ha marcado la historia en el país, porque lo hace cuando la legislación salvadoreña no reconocía a la mujer como ciudadana, convirtiéndose así en la primera mujer en El Salvador e Hispanoamérica en optar a esa investidura.
Su plataforma estaba orientada básicamente a defender los derechos de la mujer e incluía aspectos como el apoyo a los sindicatos, la honradez en la administración pública, la limitación de la distribución y consumo del aguardiente, el respeto por la libertad de cultos y el reconocimiento de los hijos ilegítimos.
Prudencia estaba consciente de que su candidatura era imposible, luego que la Corte Suprema le negó el derecho a la postulación presidencial, aunque su gesto sentaría un precedente histórico que abriría el camino hacia la conquista de los derechos de la mujer.
No pudo concretar su inscripción como candidata a la presidencia, pero el Comité de Señoras siguió con la campaña de dignificación de la mujer y en 1938 la mujer comienza a figurar en la política nacional cuando el gobierno del Coronel Oscar Osorio, acepta un acuerdo de la Asamblea que señala que la mujer salvadoreña podía emitir su voto como ciudadana.
Los frutos de este movimiento comienzan en 1932 cuando la constitución establece el derecho a votar únicamente a las mujeres con un alto grado académico y que estuvieran casadas. Aunque esto era un paso importante, la inconformidad persistía y es hasta 1950 que la Constitución de El Salvador otorga la igualdad para ambos sexos.
Prudencia, su vida
Las fuentes apuntan que Prudencia Ayala nació entre 1885, 1890 ó 1901 por lo que no hay una fecha definida del año y el lugar de nacimiento, pero se conoce que en la zona occidental del país.
Ayala fue una mujer de lucha continua y combativa que amparada en el artículo 120 de la Constitución Liberal de 1886, pedía su reconocimiento y calificación como ciudadana. Además, se destaca como una de las principales mujeres gestoras del sufragio femenino y que abrieron el camino de la lucha por la igualdad de derechos que sigue vigente hasta hoy. Hija de Aurelia Ayala y de Vicente Chilet, Ayala de oficio costurera, logró estudiar hasta segundo grado por las limitaciones económicas de su familia.
Durante su vida, sobresalió por tener un verdadero liderazgo y en corto tiempo se ubicó como una luchadora y defensora de los derechos cívicos de la mujer salvadoreña. Su oposición a la desigualdad entre hombre y mujeres le salía del interior, tanto que a sus 16 años escribió “no todos los hombres titulados llevan bastón. Yo lo llevaré como insignia de valor en el combate contra los ingratos que adversan mi amor, mi ideal, la vida que llevo”.
Muy joven muestra un especial talento hacia la literatura y su lucha por los derechos de la mujer. Bajo el seudónimo de “Esperanza de la Espiga”, escribió y publicó en el Diario de Occidente los libros “Inmortal, Amores de Loca”, en 1925 y “Payaso Literario en Combate” en 1928.
Ayala estuvo en la cárcel
Prudencia Ayala fue encarcelada en febrero de 1919 por lanzar críticas contra el alcalde de la ciudad de Atiquizaya. Posteriormente viaja a la ciudad de Guatemala donde es procesada y encarcelada por participar en la planificación de un golpe de Estado contra Estrada Cabrera en 1921.
Considerada como la primera líder política de El Salvador, murió el 11 de julio de 1936 en San Salvador. En honor a su visión reivindicativa de los derechos de la mujer, el 6 de marzo de 2003 la Alcaldía de San Salvador nombró a la 4ª Avenida Norte y Sur con el nombre de Prudencia Ayala por ser una mujer visionaria que marcó el camino de sus reivindicaciones en este siglo.
Esta calle comprende la 9ª calle oriente hasta el bulevar Venezuela. La petición de nombrar algunas calles de mujeres destacadas fue realizada por la Consejería de la mujer de la Alcaldía de San Salvador.
Nota: Escrito para se publicado en la Gazeta Universitaria del 15 de marzo de 2004.
académica pero consciente de sus derechos como mujer, retó al sistema social político de su tiempo al lanzarse como candidata a la Presidencia de la República en representación del Partido Unionista.
Su lanzamiento como candidata ha marcado la historia en el país, porque lo hace cuando la legislación salvadoreña no reconocía a la mujer como ciudadana, convirtiéndose así en la primera mujer en El Salvador e Hispanoamérica en optar a esa investidura.
Su plataforma estaba orientada básicamente a defender los derechos de la mujer e incluía aspectos como el apoyo a los sindicatos, la honradez en la administración pública, la limitación de la distribución y consumo del aguardiente, el respeto por la libertad de cultos y el reconocimiento de los hijos ilegítimos.
Prudencia estaba consciente de que su candidatura era imposible, luego que la Corte Suprema le negó el derecho a la postulación presidencial, aunque su gesto sentaría un precedente histórico que abriría el camino hacia la conquista de los derechos de la mujer.
No pudo concretar su inscripción como candidata a la presidencia, pero el Comité de Señoras siguió con la campaña de dignificación de la mujer y en 1938 la mujer comienza a figurar en la política nacional cuando el gobierno del Coronel Oscar Osorio, acepta un acuerdo de la Asamblea que señala que la mujer salvadoreña podía emitir su voto como ciudadana.
Los frutos de este movimiento comienzan en 1932 cuando la constitución establece el derecho a votar únicamente a las mujeres con un alto grado académico y que estuvieran casadas. Aunque esto era un paso importante, la inconformidad persistía y es hasta 1950 que la Constitución de El Salvador otorga la igualdad para ambos sexos.
Prudencia, su vida
Las fuentes apuntan que Prudencia Ayala nació entre 1885, 1890 ó 1901 por lo que no hay una fecha definida del año y el lugar de nacimiento, pero se conoce que en la zona occidental del país.
Ayala fue una mujer de lucha continua y combativa que amparada en el artículo 120 de la Constitución Liberal de 1886, pedía su reconocimiento y calificación como ciudadana. Además, se destaca como una de las principales mujeres gestoras del sufragio femenino y que abrieron el camino de la lucha por la igualdad de derechos que sigue vigente hasta hoy. Hija de Aurelia Ayala y de Vicente Chilet, Ayala de oficio costurera, logró estudiar hasta segundo grado por las limitaciones económicas de su familia.
Durante su vida, sobresalió por tener un verdadero liderazgo y en corto tiempo se ubicó como una luchadora y defensora de los derechos cívicos de la mujer salvadoreña. Su oposición a la desigualdad entre hombre y mujeres le salía del interior, tanto que a sus 16 años escribió “no todos los hombres titulados llevan bastón. Yo lo llevaré como insignia de valor en el combate contra los ingratos que adversan mi amor, mi ideal, la vida que llevo”.
Muy joven muestra un especial talento hacia la literatura y su lucha por los derechos de la mujer. Bajo el seudónimo de “Esperanza de la Espiga”, escribió y publicó en el Diario de Occidente los libros “Inmortal, Amores de Loca”, en 1925 y “Payaso Literario en Combate” en 1928.
Ayala estuvo en la cárcel
Prudencia Ayala fue encarcelada en febrero de 1919 por lanzar críticas contra el alcalde de la ciudad de Atiquizaya. Posteriormente viaja a la ciudad de Guatemala donde es procesada y encarcelada por participar en la planificación de un golpe de Estado contra Estrada Cabrera en 1921.
Considerada como la primera líder política de El Salvador, murió el 11 de julio de 1936 en San Salvador. En honor a su visión reivindicativa de los derechos de la mujer, el 6 de marzo de 2003 la Alcaldía de San Salvador nombró a la 4ª Avenida Norte y Sur con el nombre de Prudencia Ayala por ser una mujer visionaria que marcó el camino de sus reivindicaciones en este siglo.
Esta calle comprende la 9ª calle oriente hasta el bulevar Venezuela. La petición de nombrar algunas calles de mujeres destacadas fue realizada por la Consejería de la mujer de la Alcaldía de San Salvador.
Nota: Escrito para se publicado en la Gazeta Universitaria del 15 de marzo de 2004.
5 comentarios:
Excelente, me parece muy buen trabajo, felicidades al o los
que trabajan actualizando e informandonos sobre este tipo de cultura.
Saludos
Excelente, me parece muy buen trabajo, felicidades al o los
que trabajan actualizando e informandonos sobre este tipo de cultura.
Saludos
Exelente!!!
Buen trabajo, graciassss'!!!!!!!!! ;-)
En cual cementerio, estará enterrada, doña Prudencia???
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