Doy gracias a la vida por haberme permitido pertenecer a ese contingente que ha luchado por la defensa de los derechos humanos: "Mariposa"

Por: Roselia Núñez


Durante el conflicto armado salvadoreño (1980-1992), muchas personas debieron dejar todo, madre, padre, hermanas, hermanos, hijas, hijos, esposa o esposo, amistades de infancia y de juventud, la comida caliente del hogar, los sueños, etc.

Entre esas personas está Marina Manzanares Monjarás, conocida como "Mariposa", quien sostiene que a pesar de haber dejado muchas cosas por ir a los "frentes de guerra", no se arrepiente, al contrario, "moriré muy orgullosa de haber aportado aunque sea mínimamente a ese proceso revolucionario y a nuestra sociedad".

A ella se le conoce como la voz oficial del FMLN y hay razón para sostener esa idea, sobre todo, cuando se conoce que formó parte de las tres radios clandestinas y guerrilleras del FMLN, Radio Liberación (que acompañó la primer ofensiva rebelde en 1980), Radio Venceremos (en el oriente del país) y Radio Farabundo Martí (en toda la zona nor oriental de Chalatenango).

Entre vivir una vida cómoda y arriesgar su vida por la defensa de los derechos humanos de toda una población, se decide por la segunda opción, y es así como desde 1976 decide incorporarse a los frentes armados salvadoreños, perteneciendo a la Resistencia Nacional (RN), el Ejército Revolucionario del Pueblo (ERP) y las Ligas Populares 28 de Febrero (LP28).

Durante ese periodo se desplazó en casi todo el país, Morazán, Norte de San Miguel, San Vicente, Chalatenango, Guazapa y Volcán de San Salvador, siendo parte de los núcleos de guerrillas clandestinas o comandos armados urbanos.

Ella nos cuenta que sus tareas en los frentes de guerra fueron la locución, reportajes, monitoreos y la producción de espacios de humor político como por ejemplo "la piedra de moler” en Radio Venceremos y "Doña Cupe" en Radio Farabundo Martí.

Las condiciones en que transmitían eran muy precarias, en Radio Venceremos dice que tenía que ir hacia todos lados con una radio, una PAC (fuente de energía) de baterías grandes, los archivos y algunas veces hasta con una máquina de escribir, a parte de los enceres personales, todo cargado en las espaldas.

En Radio Farabundo era igual, “todos debimos cargar grabadoras, baterías, cuadernos, micrófonos, cassettes y a la par el fusil con todo y el equipo que comprendían las caserinas (utilizadas para guardar las municiones), los arneses (tirantes que sirven para redistribuir el peso), los cargadores con todo y su munición, el tazón que hacia el rol de plato, vaso y taza, el yatagan, la hamaca, el otro pantalón y camisa, el otro bloomer y brasier, la crema dental y el cepillo, etc”.

Al momento de transmitir, ella cuenta que pasaban por su mente infinidad de ideas, pero sobre todo, el deseo de que cada día "se multiplicara nuestra audiencia, que la señal se expandiera más, se corriera la voz y creciera la conciencia en nuestro pueblo de la importancia de luchar por la conquista de una vida digna y justa para toda la población".

La inspiración más grande de Mariposa y todo el colectivo de mujeres y hombres que estaban al frente de la lucha popular, eran la infinidad de violaciones a los derechos humanos que la población estaba sufriendo por parte del gobierno, "cuando nos enterábamos de despidos laborales, de nuevos asesinatos contra el pueblo, de represiones, etc., nos indignábamos más y con mayor fuerza elevábamos nuestras voces de denuncia, condena y solidaridad para las víctimas".

Conciencia social en casa
El despertar de la conciencia social le fue inculcado a Mariposa y sus cinco hermanos por sus padres, quienes les enseñaron que "la vida muchas veces era dura y difícil y que para salir adelante, había que ser generosos, fraternos pero a la vez sólidos y firmes".

Su padre Francisco Antonio Manzanares Benavides y su madre Juana Monjarás de Manzanares, fueron asesinados el 2 de julio de 2006 de manera tal, que solo hace pensar a la población de este país, que la guerra aún no ha terminado, sobre todo, porque a dos años del cruel asesinato de estas dos personas, no hay aún una investigación que señale a los autores tanto materiales como intelectuales, tal y como sucedía durante el conflicto armado.

El asesinato de la pareja Manzanares Monjarás, hace pensar que pudo tratarse de un crimen político, sobre todo, cuando revisamos la historia de Don Francisco y Doña Juanita y es que aún cuando en este país se han silenciado las armas, el odio hacia las personas con conciencia social no ha terminado.

Doña Juanita por ejemplo, formó parte de las FPL como colaboradora fiel y clandestina en el sector obrero y magisterial, poniendo a la orden de esa organización su casa e instalando en ella un par de mimeógrafos para imprimir todo tipo de propaganda clandestina del Departamento de San Miguel.

Don Francisco Manzanares, aunque no militó con el Partido Comunista, colaboró mucho en los quehaceres revolucionarios y clandestinos de su esposa y después de sus hijos, poniendo a la orden del PC, su vehículo, su casa y aporte económico.

De la voz oficial del frente se pueden contar muchas cosas, como por ejemplo, que le gusta mucho que le llamen Mariposa y que espera algún día poder legalizarlo, "pues me identifico más con ese nombre que con mi nombre original o legal".

Para ella, el seudónimo Mariposa refleja alegría, hermosura y vida, "y al conocer que nuestros indígenas consideraban que las mariposas son el alma de los guerreros y el espíritu de los muertos, con mucha más razón me gusta".

En la actualidad, Mariposa, vive fuera del país y se dedica a la denuncia de violaciones a los derechos humanos que sufre la población salvadoreña y Latinoamericana. Esta vez no lo hace por radios clandestinas, ni en condiciones precarias como en radio Venceremos y Farabundo, sino a través de la Internet, así como de charlas que ofrece en varias ciudades y países de Latinoamérica, Eurpoa y otros continentes del mundo.

Cuando asesinan a su madre y padre, ella recién había inaugurado el "Centro Cultural Papalut", en la ciudad de Suchitoto, lo cual a su juicio, fue “la gota que rebalsó el vaso de los areneros en la zona, pues ya antes estaban muy descontentos por el grupo musical de denuncia que Mariposa junto a otros de sus camaradas realizaron denominado "VAGUADA".

La denuncia hacia la injusticia social no fue abandonada por Mariposa, ya que formó parte de "ECO", Expresión Cultural Colectiva”, con quienes realizó los documentales "nunca más" y "el mozote en la fila de la muerte”, que tratan sobre la persecución contra la iglesia.

Posterior a la guerra, Mariposa hizo una recopilación de 100 poemas de su hermano menor Paco Tucumay, a través del libro "desnudando la palabra", asesinado durante un operativo de la Policía Nacional Civil, el cual no ha sido aclarado aún por el “ahora candidato a la presidencia por parte del Partido en el poder ARENA, Rodrigo Ávila, Director en ese momento de la PNC”.

Mariposa, al igual que muchos de sus "compas" que anduvieron en la guerra luchando por que en este país existieran mejores condiciones para todas y todos, tiene muchas historias que contar y personas que recordar, como a su hermano Paco Cutumay asesinado el 8 de octubre (día del guerrillero heróico Ernesto Ché Guevara) y su madre y padre, por quienes está muy agradecida con la vida por haberle dado la oportunidad de conocerlos, así como a "ese contingente de mujeres y hombres que han dedicado su vida por la defensa de los derechos humanos".

Nombre completo
Marina Manzanares Monjarás

Fecha de nacimiento
5 de julio de 1957.

Lugar de nacimiento
Departamento de San Miguel.

Nombre de su madre
Juana Monjarás de Manzanares.


Nombre de su padre
Francisco Antonio Manzanares Benavides

Nombre de su hija e hijos
Karla Marina, Alvaro Humberto y Claudio Ernesto.

Nombre de sus dos hermanos y tres hermanas
Vilma, Rubén, Sonia, Milena y Paco. Sonia y Paco ya no viven físicamente.

Pasatiempos
La música, la lectura y la convivencia social.

Movimiento estudiantil, motor de la transformación social



Por: Elizabeth Torres y Roselia Núñez 

"Que vivan los estudiantes, porque son la levadura del pan que saldrá del horno, con toda su sabrosura”, este estribillo de la canción “Los Estudiantes”, del grupo venezolano Los Guaraguo sitúa el elemento esencial de la lucha social, sintetiza el invaluable aporte de los estudiantes y expresa su significado histórico en toda Latinoamérica y particularmente El Salvador. 

El estudiantado universitario ha tenido una gran importancia en la evolución política de El Salvador, promoviendo transformaciones y luchando por la democratización de la sociedad, según lo expresaron el Doctor Fabio Castillo y Schafik Hándal (durante una entrevista en el 2005), quienes participaron en el Movimiento Estudiantil en diversas épocas.

Una Historia oculta 
Fabio Castillo, estudiante de medicina de la Universidad de El Salvador en los años 40, afirma que los primeros instantes decisivos del movimiento estudiantil se dieron en la década de 1930 hasta el año 1944, cuando mantuvieron una lucha constante contra el gobierno del General Maximiliano Hernández Martínez. Farabundo Martí, Alfonso Luna y Mario Zapata, estudiantes de derecho, criticaron a través del Periódico Trinchera Roja el gobierno de Martínez, como se registra en el libro “Historia del Periodismo” de Ítalo López Vallecillos. 

En el mismo libro se menciona que para callar las voces de estos tres líderes, El Brujo, como era conocido Martínez, los fusiló en el marco de la Masacre de 1932. El movimiento se reagrupó en 1944, año en que de acuerdo al Doctor Castillo, organizaron en el edificio de La Rotonda de la UES, el Comité que desde la clandestinidad lanzó la Huelga de Brazos Caídos, que provocó la huida de Martínez, el nueve de mayo de ese mismo año. Para 1950 existió una proliferación de la organización estudiantil, tanto en asociaciones como en gremios, según explicó Schafik Hándal, en una entrevista realizada en el año 2005. 

Durante los años 70 y 80, las asociaciones y los Frentes estudiantiles participaron de manera significativa en la lucha social contra la dictadura militar y por la construcción de una sociedad más justa. El sector estudiantil de la UES ha sufrido represión por parte de gobiernos militares, como la Masacre del 30 de Julio de 1975, las intervenciones militares de 1972, 1980, 1984 y 1989, destruyendo también el campus en cada intervención. 



Organizaciones y asociaciones estudiantiles de la UES 
En la actualidad existen en la universidad dos asociaciones estudiantiles legales (la Asociación de Estudiantes de Periodismo (AEP) y la Asociación de Estudiantes de Sociología). El resto se consideran asociaciones de “hecho”, es decir que se conocen, pero no están legalmente establecidas en la Universidad y por otra parte, están las organizaciones o gremios estudiantiles. 

Las asociaciones estudiantiles legales, son aquellas que han llenado ciertos requerimientos que solicita el Reglamento Interno de la UES, dice José Luis Mancia, Coordinador de la Comisión de Asociaciones Estudiantiles de la Asamblea General Universitaria, Al legalizarse, las asociaciones tienen más posibilidad de servir como un medio adecuado para colaborar con los estudiantes, ser reconocidos por las autoridades y recibir apoyo, afirma Heinsemberg Morán, representante de la AEP. 

 El resto de asociaciones de “hecho”, son aquellas que existen dentro de la universidad pero no se han legalizado aún, pero aún así se conocen por ser la principal representación de una Facultad, Escuela o Departamento. Y se dice que existen “de hecho porque aún cuando no están legalmente establecidas en la UES, han abanderado a compañeros para que estén en la AGU, el CSU y las Juntas Directivas”, explica Mancia. 

Mancia considera que una de las razones por las que el estudiantado no legaliza su asociación, se debe a la poca información que tienen sobre el proceso a seguir. Pero otra razón “puede ser a la inseguridad, ya que se solicita información de todos sus miembros”, dice. 

En el caso de los frentes estudiantiles, llamados también gremios, son la expresión organizativa más popular y heterogénea, porque tienen su fundamento en la necesidad de abrir espacios de participación y organización del sector estudiantil independientemente de su rama de estudio, edad, sexo, fines sociales, etc. 

Las organizaciones o gremios estudiantiles son aquellas que al igual que las asociaciones nacen con el objetivo de defender los derechos de las y los estudiantes, sin dejar de lado el aspecto político. Aún cuando ambas figuras son académicas y políticas, las organizaciones o gremios estudiantiles, son consideradas por tener un carácter más fuerte en sus acciones. Durante las décadas de 1950 hasta la fecha han surgido incontables frentes u organizaciones estudiantiles. 

En la actualidad existen un promedio de 15 frentes estudiantiles, tanto universitarios, como de secundaria. Dagoberto Martínez de la Comisión Coordinadora de la Unión de Estudiantes Revolucionarios Salvadoreños 30 de julio (UERS 30), explica que ellos como organización estudiantil nacen, con el objetivo de defender los derechos estudiantiles y reivindicarlos siempre que exista un atropello hacia este sector. Pero esto trasciende dice, “porque no solo tenemos fines académicos, sino también políticos tanto dentro, como fuera de la Universidad”. 

De acuerdo a José Luís Canizales, Presidente de la Asociación de Estudiantes de Derecho (AED), la lucha social es importante en una asociación y esto se evidencia a través del trabajo que realizan para ayudar al pueblo salvadoreño. “El estudiantado es parte de la sociedad salvadoreña y cuando se les ayuda, se le ayuda al pueblo salvadoreño también”. 

 Sin embargo, el movimiento estudiantil enfrenta grandes retos a vencer, Martínez de UERS-30 señala que el más fundamental es “la unidad… de manera individual no es adecuado dar una posición, porque tiene muy poco eco…La unidad es importante porque no podemos estar resolviendo los problemas de la universidad de manera particular. 

Pero no solo la dispersión es un gran obstáculo, a este se suma la espontaneidad y carencia de planificación, falta de formación política, la actualización de métodos de lucha y por su puesto la definición clara de objetivos a perseguir, son el tema urgente para el movimiento estudiantil. Es importante resaltar que en la medida en que el sector estudiantil se agrupe en una asociación o en una organización logrará concretizar los fines comunes, porque solo organizados se alcanzarán los cambios estructurales, internos y externos. 

Algunas organizaciones en la UES (registradas hasta 2008)
Federación de Estudiantes Universitarios (FEU) 
Unión de Estudiantes Revolucionarios Salvadoreños 30 de Julio (UERS 30 de Julio) 
Frente Universitario Roque Dalton (FURD) 
Movimiento Universitario Revolucionario Estudiantil 32 (MURE 32) 
Frente Estudiantil Salvadoreño Jorge Arias Gómez (FES) 
Bloque de Acción Socialista de Estudiantes Salvadoreños (BASES) 
Unión de Estudiantes de Ciencias Económicas (UECE) 
Frente de Acción Universitaria (FAU) Juventud Roja 8 de Octubre (JR-8) 
Frente Revolucionario de Estudiantes Salvadoreños (FREUS) 
Frente Universitario de Ciencias Aplicadas (FREUS) 
Brigada Revolucionaria de Estudiantes Anastasio Aquino (Facultad de San Vicente) 
Brigada Revolucionaria de Estudiantes Salvadoreños (BRES) 

Algunas Asociaciones en la UES (registradas hasta 2008)
Asociación de Estudiantes de Ciencias Económicas (ASECE) 
Asociación de Estudiantes de Ingeniería y Arquitectura (ASEIAS) 
Asociación de Estudiantes de Ciencias Agronómicas (ASECAS) 
Asociación de Estudiantes de Ciencias Naturales y Matemática (ASECINMA) 
Asociación de Estudiantes de Tecnología Médica (ASETEM) 
Asociación de Estudiantes de Idiomas (AEI) 
Asociación de Estudiantes de Periodismo (AEP) 
Asociación de Estudiantes de Sociología (AES) 
Asociación de Estudiantes de Derecho (AED) 
Asociación de Estudiantes de Relaciones Internacionales (AERI) 
Juventud Odontológica Salvadoreña (JOS) 
Asociación de Estudiantes de Ciencias y Humanidades (Facultad de San Vicente) 
Asociación General de Estudiantes de la Facultad Multidisciplinaria de Occidente (AGEFMO) 

Nota: Este artículo fue publicado en febrero de 2008, en "El Universitario", órgano de difusión de la Secretaría de Comunicaciones de la Universidad de El Salvador.